Pues nada oye, que ayer (Vaya, es sábado...se me olvidó escribir ayer) parece que lo que había que hacer era mord...besar en el cuello de la gente para que se convirtiese en vampiro o se reconvirtiese en humano.
Era algo sencillo, me explico, el caso es que, toda una sala a oscuras, mucha gente andando desorientada y un objetivo, no ser mordi...besado por los que habían sido elegidos vampiros. Que te mord...besaban, gritabas. Que ya eras un vampiro y te mord...besaban, entonces te volvías otra vez humano. Eso sí, si te convertías en humano tenías que dar un suspiro.
Después de mord...besarnos todos mutuamente (Bueno, a Jokin y a mi nos dejasteis un poco de lado...¡Es porque somos altos verdad...envidiosos!) escuchamos esta historia:
No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas vecinas cayeron se enfadaron.
Este fue el primer problema serio que tenían después de 20 años de cultivar juntos, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y herramientas continuamente. Todo se acabó.
Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo y creciendo hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio. No se quería ni ver.
Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis, uno de los hermanos. Al abrirla encontró un hombre con herramientas de carpintero. "estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, “¿necesita alguna cosa de carpintería?¿”
"sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted”. Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor.
La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros, él cogió su tractor e hizo esa zanja para que no pueda pasar. Se a a enterar el muy…
¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero?
Quiero que construya una tapia, una tapia de dos metros de alto, que no pueda ni mirar. "no quiero verlo nunca mas".
El carpintero le dijo: "comprendo su situación. Dígame donde está todo y le entregaré un trabajo que lo dejara satisfecho".
El hermano mayor ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y se marchó a la ciudad
El carpintero trabajó duro midiendo, cortando y clavando.
Cerca del atardecer, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo.
El hermano mayor se quedó con los ojos completamente abiertos, estaba alucinando. No había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente. Un puente que unía las dos granjas a través de al zanja. Era una fina pieza de carpintería, con pasamanos y todo.
Todavía estaba alucinando y dispuesto a echar a patadas al carpintero cuando su vecino, su hermano menor, vino corriendo desde su granja y abrazando a Luis le dijo: eres una gran persona, mira que construir este hermoso puente después de lo que te he hecho y dicho. Siento haberte molestado.
Estaban hablando y sonriendo, cuando vieron que el carpintero cogía sus herramientas, ¡no!, espera, le dijo el hermano mayor. "quédate unos cuantos días, tengo muchos proyectos para ti"."me gustaría quedarme", dijo el carpintero, pero tengo muchos puentes por construir.
Todos, y digo TODOS, sacasteis la conclusión acertada (a algún grupo le costó más que a otros). Básicamente, es preferible construir puentes entre las personas con las que nos hemos enfadado que construir zanjas y muros. Es preferible, pensar que las diferencias se pueden arreglar a decidir que la mejor solución es aislarse.
Buena reunión, sí señor. Hasta el viernes que viene (En el que yo no estaré...cosas de los exámenes ains....).